Aunque la onicomicosis (hongos) de las uñas de las manos y de los pies no pone en peligro la vida, sí constituye más que un problema esté tico. Quienes están afectados por la característica distrofia de las uñas admiten que a la vergüenza importante se añade un malestar físico considerable. La marcha puede ser tan dolorosa que impide llevar a cabo las actividades cotidianas. Además, los pacientes refieren disminución de la destreza y dificultad para realizar tareas manuales.
¿Cuál es el tratamiento?Fundamentalmente hay dos tipos de tratamiento (muchas veces se utilizan combinados): Tratamientos tópicos (aplicados directamente sobre la uña) Son lacas que se aplican sobre la superficie de la uña. Requieren una gran dedicación, constancia y concienciación ya que suelen ser tratamientos de larga duración. Suelen ser suficientes para tratar las infecciones superficiales y cuando la afectación de la uña no es muy extensa (no debe afectar a la raíz de la uña). Algunos de los fármacos empleados por vía tópica son: amorolfina, ciclopiroxolamina y tioconazol. Tratamientos sistémicos (tomados vía oral) Su eficacia es mayor. La duración del tratamiento también suele ser prolongado (varios meses). Algunos de los fármacos utilizados por vía oral son: terbinafina e itraconazol. Cuando estos tratamientos no son eficaces se puede llegar a realizar la extirpación total de la uña (ablación) mediante métodos quirúrgicos o químicos.